Haiga, murciégalo y poetiza, palabras aceptadas por la Real Academia
En un examen para correctores, los candidatos a una vacante debían indicar si las siguientes palabras eran correctas o no: haiga, murciégalo, sastra, quis y poetiza.
De los diez aspirantes al cargo, nueve entregaron rápidamente las respuestas, una vez resueltas también otras preguntas de semántica, sintaxis y estilo. Uno, que se tardó un poco más, fue el que a la postre se quedó con el puesto. "Al ver las cinco palabras -me dijo después uno de los rápidos-, supe que el puesto era mío.
Haiga es la forma incorrecta de haya; murciégalo es como dicen los niños antes de aprender a decir murciélago; sastra es un vulgarismo que debe corregirse por modista; quis, que todo caso sería quiz, debe cambiarse por previa o examen, y poetiza, ¡por favor!, todo mundo sabe que no es con zeta, sino con ese".
El muchacho se rajó. Resulta que haiga es una palabra irónica usada para referirse a un 'automóvil grande y ostentoso'; murciégalo, que viene de mur, 'ratón', y caeculus, 'ciego', es la forma original de murciélago; sastra es el femenino de sastre; quis es sinónimo de tic ("tiene un quis nervioso"), y poetiza es inflexión del verbo poetizar ("ella poetiza sus artículos de prensa"), que significa 'da carácter poético'. Las cinco palabras están en el Diccionario de la Real Academia Española.
En cuanto a poetisa, durante mucho tiempo se hizo la distinción de género para referirse a las personas que hacían poesía. Los hombres eran poetas y las mujeres, poetisas.
Sin embargo, muchas autoras de poesía pidieron que se las llamara poetas, pues sentían que poetisa era un término, si no despectivo, sí menor para referirse a la mujer que se dedicaba a este arte.
La Academia valida hoy este uso, y clasifica la palabra poeta como vocablo de género común; es decir, invariable para hombre y para mujer, el poeta y la poeta.
Por eso se llama así el Encuentro de Mujeres Poetas, que además le dio nombre a la Calle de las Poetas, que conduce al Museo Rayo, en Roldanillo. Allí se realiza en julio, desde hace veintidós años, este encuentro creado por la poeta Águeda Pizarro.